Una de las 11 gasolineras clausuradas por PEMEX en el estado de Guanajuato por vender combustible robado es la ubicada en la colonia marfil, frente a la glorieta El Laurel, propiedad del empresario Marco Antonio Vergara Larios.
Las bombas del establecimiento se encuentran cubiertas por tablas, y los letreros que identifica el lugar como franquicia de PEMEX fueron retirados, así como cualquier tipo de insignia de la paraestatal.